Monistrol, 1976

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La sabiduría y belleza que nos transmite la naturaleza es algo intangible, a veces inapreciable a nuestros ojos, basta con detenerse unos minutos y observar a nuestro alrededor y ver que no estamos solos y que en cada diminuto rincón hayamos pequeños seres vivos que luchan por adaptarse a un cambio constante de su medio, la mayoría de veces provocado por el impacto humano, que no se da cuenta de lo que está dejando atrás.

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Intentar plasmar esos pequeños detalles lejanos a nuestros ojos, es mi gran pasión e intentar mostrar esa belleza oculta que nos pasa desapercibida, y que sólo por el hecho de compartir nuestro mismo planeta, debemos respetar y conservar.